Los fabricantes tienen dificultades para poner robots a trabajar en sus fábricas porque son demasiado costosos y complicados. Las herramientas y la pericia de Robotiq simplifican las aplicaciones del robot colaborativo, de manera que las fábricas puedan comenzar la producción más rápido. Robotiq trabaja con una red global de expertos en robots conectados que ayudan a sus fabricantes locales.